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Implicaciones de la Presidencia de Javier Milei en la Política Internacional Latinoamericana.
Por: Jaime Pineda Méndez- Politólogo de la Universidad Nacional de Colombia.
El próximo 10 de diciembre se posesiona Javier Milei como nuevo presidente de Argentina. Un triunfo con sabor a derrota porque constituye abiertamente la polarización del pueblo argentino, ya golpeado por una grave crisis económica. Logró atraer a muchos jóvenes con un discurso de cambiarlo todo y hacerlo todo nuevo, especialmente cambios profundos que sea capaz de reparar a una sociedad ya rota por dentro. El triunfo de Milei implica la derrota del peronismo y kirchnerismo en Argentina. Un porcentaje bastante importante del 56% de los votos que obtuvo Milei fueron más en contra del oficialismo que a favor de las propuestas del candidato outsider.
A lo anterior se le debe abonar que, al contrario de lo que la mayoría tiende a creer, Milei es solo un liberal económico y, por el contrario, un conservador arcaico en política, es decir, no ofrece libertades en los derechos sociales, sino todas las garantías para el libre mercado. En ese orden de ideas, sobre el nuevo gobierno argentino, se suscitan muchos más interrogantes que respuestas y es por ello que hemos querido plantearnos algunas desde el futuro que nos espera en los próximos 4 años en materia de política internacional, especialmente, en la región.
La elección de Javier Milei como presidente de Argentina marca un hito significativo en la política del país y plantea interrogantes cruciales sobre el futuro de las relaciones internacionales en Latinoamérica. Desde una perspectiva académica, es imperativo analizar las implicaciones de este cambio de liderazgo en términos de alineamientos geopolíticos, relaciones bilaterales y la dinámica de integración regional. La elección de Milei va a implicar obligatoriamente una reorientación estratégica de las relaciones de Argentina con Occidente.
¿Implicaría esto un nuevo paradigma geopolítico?
Yo creo que sí. La reiterada afirmación de Milei sobre la centralidad de las relaciones de Argentina con Estados Unidos e Israel podría tener repercusiones con otras naciones latinoamericanas como Colombia, Chile, Bolivia y Brasil. Lo anterior teniendo en cuenta que la región ha experimentado un resurgimiento de liderazgos de izquierda o progresistas que entrarían a chocar con la alineación de Argentina con posturas más conservadoras o de extrema derecha.
Otro punto importante que puede generar tensión en la región tiene que ver con el discurso contra el socialismo con el que se hizo elegir Javier Milei. Estos factores ideológicos, tanto de un lado y como del otro, van a marcar la agenda en la diplomacia regional. El respaldo de Milei a líderes como Donald Trump y Jair Bolsonaro plantea desafíos en términos de la diplomacia latinoamericana. Lo anterior teniendo en cuenta que, por ejemplo, Trump aspira a llegar a la Casa Blanca en las próximas elecciones.
¿Cómo se manejarán las diferencias ideológicas en las relaciones bilaterales y multilaterales con los gobiernos de Petro, Boric o Lula?
La respuesta a esta pregunta podría ser determinante para la estabilidad regional. Tomemos como ejemplo a Brasil. Las relaciones de Milei con el “Bolsonarismo” tendrán sus implicaciones regionales sin lugar a dudas. La relación con Brasil, fundamental en la geopolítica sudamericana, se va a ver potencialmente afectada por la alineación con la extrema derecha brasilera.
¿Cómo influirá esto en la dinámica regional?
Pues, es posible que haya implicaciones en la integración económica y la cooperación en áreas críticas como el comercio y la política ambiental, que va a demandar un análisis minucioso que podríamos abordar más ampliamente en otro momento.
La polarización ideológica entre los líderes podría desafiar la colaboración histórica entre ambos países con fronteras comunes.
Un reto que se le presenta al sur tiene que ver con la discusión sobre el Mercosur, y las críticas y alternativas para la integración regional. Para nadie es un secreto los cuestionamientos de Milei al Mercosur como una «unión aduanera de baja calidad» y la participación de Argentina en este bloque regional.
¿Qué implicaciones tendría una potencial reevaluación del compromiso argentino con el Mercosur en la integración regional?
Las respuestas a estas interrogantes son cruciales para entender el futuro de la cooperación económica y política en América del Sur. Ahora, un tema que no la tendrá nada fácil Milei serán las relaciones con China. Oponerse al “Gigante Asiático” o congelar relaciones con la principal potencia comercial del mundo va a implicar un giro radical en la geopolítica económica de la Argentina.
La declaración de Milei sobre la posibilidad de romper relaciones con países «comunistas», incluyendo a China, introduce una dimensión crucial en la geopolítica económica de la región, en un contexto donde China ha emergido como un actor central en la economía global y en América Latina. La ruptura potencial de lazos con este gigante económico plantea desafíos considerables.
¿Cómo reconfigurará esto las relaciones económicas y políticas en la región?
Por último, encontramos divergencias en el conflicto Israel-Palestina. Las posiciones planteadas por el presidente electo, seguramente va a generar tensiones en la diplomacia Latinoamericana.
Las divergencias entre Milei, Gabriel Boric y Gustavo Petro en relación con el conflicto Israel-Palestina presentan otro frente de análisis que vale la pena tener en cuenta.
Entonces, ¿Cómo afectarán estas diferencias en las posturas diplomáticas a nivel regional?
La gestión de estas tensiones será esencial para la construcción de consensos y la preservación de la estabilidad en la región con una clara tendencia al progresismo y otras orientadas hacia la extrema derecha.
En conclusión, la elección de Javier Milei como presidente de Argentina despierta una serie de interrogantes críticos en el ámbito de las relaciones internacionales latinoamericanas. Desde una perspectiva académica y menos apasionada, este cambio de liderazgo representa un desafío para la estabilidad geopolítica y la cooperación regional.
El análisis detallado de las implicaciones en términos de alineamientos estratégicos, relaciones bilaterales y dinámicas regionales es esencial para comprender el panorama en evolución que define la nueva era de la política exterior argentina. Es importante tener en cuenta que estas son posibles implicaciones y el impacto real dependerá de muchos factores, incluyendo cómo estos líderes implementan sus políticas y cómo responden a las decisiones que se tomen en adelante por el nuevo huésped de la Casa Rosada. Amanecerá y veremos.